En 1935, el Consejo Nacional de Educación instituyó el 18 de mayo como el Día de la Escarapela Nacional. Sin embargo, fue el Triunvirato quien creó este símbolo patrio el 18 de febrero de 1812 por pedido del general Manuel Belgrano, como una forma de identificar al ejército que luchaba por la independencia y distinguirlo de sus enemigos, los realistas.

Existen varias versiones sobre el origen de sus colores. Una de las más confiables dice que el celeste y el blanco fueron usados por primera vez por el primer cuerpo de milicia urbano del Río de la Plata durante las invasiones inglesas, y a partir de allí empezaron a popularizarse entre los criollos. Otra indica que correspondían a la casa de Borbón, reinante en España antes de la Revolución de Mayo.